En el Día Internacional de la Mujer, António Guterres (secretario general de la ONU), subraya que los derechos de la mujer son derechos humanos; que sin la participación plena de las mujeres y las niñas, no podremos alcanzar ninguno de nuestros objetivos. Las Naciones Unidas trabajan cada día en todo el mundo por las mujeres y las niñas.
A veces se nos olvida que la lucha de los derechos de la mujer no acaba en el primer mundo, ni es una lucha de clases. Empieza en lugares donde las mujeres no son consideradas seres humanos, como en muchos países de Oriente Medio, África o América del Sur. Empieza en los lugares donde nacer mujer puede hacer que tu familia sea una desgraciada y tengan que matarte porque el gobierno de tu país considera que no eres digna. Los derechos de la mujer empiezan donde conducir si eres mujer es un delito. Donde no puedes votar ni estudiar, porque no te consideran capaz, ni preparada.
Los derechos de la mujer son importantes porque en muchos lugares aún no puedes elegir qué hacer con tu vida, ni dónde, ni cómo. Y sí, por supuesto, los derechos de la mujer es poder divorciarse, poder elegir con quién casarse, cuándo ser madre, o no, a qué deporte jugar, cómo poder vestirse, dónde viajar, donde vivir…
Sí es un trabajo de todos, porque todos podemos normalizar y luchar por derechos que son para todos.
Me gusta el trabajo que la hace la ONU. A veces lento, sí, pero necesario. La celebración de las Naciones Unidas el 8 de marzo exhorta a todos los actores a dar el paso por la igualdad de género, por un planeta 50-50 en 2030, para garantizar que el mundo laboral beneficie a todas las mujeres.
El próximo sexagésimo primer periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 61), que se celebrará del 13 al 24 de marzo en la Sede de las Naciones Unidas, deliberará sobre “El empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo”. Odio esa palabra (empoderamiento), pero sí hace visible el gran trabajo que muchas han realizado para que otras vivamos una vida plena.
Este vídeo es una muestra muy dura del grandísimo trabajo que muchas mujeres realizan, sin recibir compensación económica alguna. En todo el mundo, las mujeres realizan la gran mayoría del trabajo no remunerado, que incluye el cuidado de las niñas y los niños, la cocina, la limpieza y la agricultura. Este trabajo no remunerado es esencial para que los hogares y las economías funcionen, pero también se valora menos que el trabajo remunerado. La experta de las Naciones Unidas, Shahra Razavi, revela el valor real del trabajo de cuidado no remunerado y cómo podemos reducir la carga que pesa sobre las mujeres a través de la lucha contra los estereotipos arraigados.
La globalización, las innovaciones digitales, el cambio climático, entre otros factores, continúan transformando el mundo en el que trabajamos, planteando tanto retos como oportunidades para liberar el potencial económico que atesoran las mujeres para crear un futuro mejor.
Lifestyle 